“El día de hoy es para nosotros sagrado, porque en él celebramos el martirio de los santos apóstoles Pedro y Pablo… Es que ambos eran en realidad una sola cosa aunque fueran martirizados en días diversos”, explicaba el Obispo San Agustín (354-430) en sus sermones a los inicios del cristianismo.
El Papa por su parte, como Sucesor de Pedro y Vicario de Cristo, es el principio y fundamento perpetuo y visible de unidad, así de los obispos como de la multitud de fieles. Es Pastor de toda la Iglesia y tiene potestad plena, suprema y universal. Por ello se festeja también en esta fecha el día del Sumo Pontífice.
Tal como recordó el Papa Benedicto XVI en el 2012, “la tradición cristiana siempre ha considerado inseparables a San Pedro y a San Pablo: juntos, en efecto, representan todo el Evangelio de Cristo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario